domingo, 27 de marzo de 2011

3° Hallazgo

Al autor de Azul no se le llamó príncipe de las letras castellanas por simples razones. A partir de su mano, la poesía universal encontraría una nueva manera de hacerse: El modernismo. Este movimiento literario fue el primero que surgió en América, el cual se difundió con gran entusiasmo durante los primeros años del siglo XX en todo el mundo occidental. Cargado de ritmo, lleno de rimas, exotismo y fantasía, el poeta nicaragüense vendría a revolucionar la poesía escrita en castellano. La poesía azul  de Darío fue una lumbrera que alucinó a los escritores de su tiempo, buscaba la belleza por medio de la metáfora y el símbolo. El poeta rompía y reconstruía la solemnidad clásica de la poesía con ímpetus de romántico, caireles de parnasiano y obscuridad de simbolista. Fundía mitología clásica y tradición americana.  Renunciaba al realismo, pero sin querer lo engalanaba con audaces ensayos de lirismo y vocablos elegantes que lo traducían en mil fantasías. Amaba y renunciaba a todo lo anterior, triunfando así, de manera extraña, el Modernismo, un antes y un después en las letras hispanas y universales. La presente excavación es una curiosidad literaria que vale la pena conocer:

***

Amar hasta fracasar

Rubén Darío
Hablábamos varios hombres de letras de las cosas curiosas que, desde griegos y latinos, han hecho ingenios risueños, pacientes o desocupados, con el lenguaje. Versos que se pueden leer al revés tanto como al derecho, guardando siempre el mismo sentido, acrósticos arrevesados, en losange; y luego, prosas en que se suprimiera una de las vocales, en largos cuentos castellanos.
Entonces yo les hablé de una curiosidad, en verdad de las más peregrinas, que hice insertar, siendo muy joven, en una revista que dirigía, allá en la lejana Nicaragua, un mi íntimo amigo. Es un cuento corto, en el cual no se suprime una vocal, sino cuatro. Vais a leerlo. No encontraréis otra vocal más que la a. Y os mantendrá con la boca abierta. ¿Su autor?, sudamericano, seguramente, quizás antillano, posiblemente de Colombia. Ignoro e ignoré siempre su nombre. He aquí la lucubración a que me refiero:

AMAR HASTA FRACASAR
Trazada para la A 

La Habana aclamaba a Ana, la dama más agarbada, más afamada. Amaba a Ana Blas, galán asaz cabal, tal amaba Chactas a Atala.
Ya pasaban largas albas para Ana, para Blas; mas nada alcanzaban. Casar trataban; mas hallaban avaras a las hadas, para dar grata andanza a tal plan.
La plaza, llamada Armas, daba casa a la dama; Blas la hablaba cada mañana; mas la mamá, llamada Marta Albar, nada alcanzaba. La tal mamá trataba jamás casar a Ana hasta hallar gran galán, casa alta, ancha arca para apañar larga plata, para agarrar adahalas1. ¡Bravas agallas! ¿Mas bastaba tal cábala?. Nada ¡ca! ¡nada basta a tajar la llamada aflamada!
Ana alzaba la cama al aclarar; Blas la hallaba ya parada a la bajada. Las gradas callaban las alharacas adaptadas a almas tan abrasadas. Allá, halagadas faz a faz, pactaban hasta la parca amar Blas a Ana, Ana a Blas. ¡Ah ráfagas claras bajadas a las almas arrastradas a amar!. Gratas pasan para apalambrarlas2 más, para clavar la azagaya3 al alma. ¡Ya nada habrá capaz a arrancarla!.
Pasaban las añadas4. Acabada la marcada para dar Blas a Ana las sagradas arras, trataban hablar a Marta para afrancar5 a Ana, hablar al abad, abastar saya, manta, sábanas, cama, alhajar casa ¡ca! ¡nada faltaba para andar al altar!
Mas la mañana marcada, trata Marta ¡mala andanza! pasar a Santa Clara al alba, para clamar a la santa adaptada al galán para Ana. Agarrada bajaba ya las gradas; mas ¡caramba! halla a Ana abrazada a Blas, cara a cara. ¡Ah! la a nada basta para trazar la zambra armada. Marta araña a Ana, tal arañan las gatas a las ratas; Blas la ampara; para parar las brazadas a Marta, agárrala la saya. Marta lanza las palabras más malas a más alta garganta. Al azar pasan atalayas, alarmadas a tal algazara, atalantadas a las palabras:
-¡Acá! ¡Acá! ¡Atrapad al canalla mata-damas! ¡Amarrad al rapaz!
Van a la casa: Blas arranca tablas a las gradas para lanzar a la armada; mas nada hará para tantas armas blancas. Clama, apalabra, aclara ¡vanas palabras! Nada alcanza. Amarran a Blas. Marta manda a Ana para Santa Clara; Blas va a la cabaña. ¡Ah! ¡Mañana fatal!
¡Bárbara Marta! Avara bajasa6 al atrancar a Ana tras las barbacanas sagradas (algar7 fatal para damas blandas). ¿Trataba alcanzar paz a Ana? ¡Ca! ¡Asparla8, alafagarla, matarla! Tal trataba la malvada Marta. Ana, cada alba, amaba más a Blas; cada alba más aflatada, aflacaba más. Blas, a la banda allá la mar, tras Casa Blanca, asayaba9 a la par gran mal; a la par balaba10 allanar las barras para atacar la alfana11, sacar la amada, hablarla, abrazarla...
Ha ya largas mañanas trama Blas la alcaldada: para tal, habla. Al rayar la alba al atalaya, da plata, saltan las barras, avanza a la playa. La lancha, ya aparada12 pasa al galán a La Habana. ¡Ya la has amanada13 gran Blas; ya vas a agarrar la aldaba para llamar a Ana! ¡Ah! ¡Avanza, galán, avanza! Clama alas al alcatraz, patas al alazán ¡avanza, galán, avanza!
Mas para nada alcanzará la llamada: atafagarán14 más la tapada, taparanla más. Aplaza la hazaña.
Blas la aplaza; para apartar malandanza, trata hablar a Ana para Ana nada más. Para tal alcanzar, canta a garganta baja:

La barca lanzada
allá al ancha mar
arrastra a La Habana
canalla rapaz.
Al tal, mata-damas
llamaban asaz,
mas jamás las mata,
las ha para amar.
Fallas las amarras
hará tal galán,
ca, brava alabarda
llaman a la mar.
Las alas, la aljaba,
la azagaya...¡Bah!
nada, nada basta
a tal batallar.
Ah, marcha, alma Atala
a dar grata paz,
a dar grata andanza
a Chactas acá.
Acabada la cantata Blas anda para acá, para allá, para nada alarmar al adra15. Ana agradada a las palabras cantadas salta la cama. La dama la da al galán. Afanada llama a ña Blas, aya16 parda. Ña Blasa, zampada a la larga, nada alcanza la tal llamada; para alzarla, Ana la jala las pasas. La aya habla, Ana la acalla; habla más; la da alhajas para ablandarla. Blasa las agarra. Blanda ya, para acabar, la parda da franca bajada a Ana para la sala magna. Ya allá, Ana zafa aldaba tras aldaba hasta dar a la plaza. Allá anda Blas. ¡Para, para, Blas!
Atrás va Ana. ¡Ya llama! ¡Avanza, galán avanza! Clama alas al alcatraz, patas al alazán. ¡Avanza, galán, avanza!
-¡Amada Ana!..
-¡Blas!...
-¡Ya jamás apartarán a Blas para Ana!
-¡Ah! ¡Jamás!
-¡Alma amada!
-¡Abraza a Ana hasta matarla!
-¡¡Abraza a Blas hasta lanzar la alma!!...
A la mañana tras la pasada, alzaba ancla para Málaga la fragata Atlas. La cámara daba lar para Blas, para Ana...
Faltaba ya nada para anclar; mas la mar brava, brava, lanza a la playa la fragata: la vara.
La mar trabaja las bandas: mas brava, arranca tablas al tajamar; nada basta a salvar la fragata. ¡Ah tantas almas lanzadas al mar, ya agarradas a tablas claman, ya nadan para ganar la playa! Blas nada para acá, para allá, para hallar a Ana, para salvarla. ¡Ah tantas brazadas, tan gran afán para nada, hállala, mas la halla ya matada! ¡¡¡Matada!!!... Al palpar tan gran mal nada bala ya, nada trata alcanzar. Abraza a la ama:
-¡Amar hasta fracasar! -clama...
Ambas almas abrazadas bajan a la nada17. La mar traga a Ana, traga a Blas, traga más...¡Ca! ya Ana hablaba a Blas para pañal, para fajas, para zarandajas. ¡Mamá, ya, acababa Ana. Papá, ya, acababa Blas!...
Nada habla La Habana para sacar a la plaza a Marta, tras las pasadas; mas la palma canta hartas hazañas para cardarla la lana.
Et voilà. ¿Quién me dirá el nombre del autor?
Rubén Darío
FIN

1. Adahalas, lo mismo que adehalas.
2. Apalambrar, incendiar.
3. Azagaya, dardo.
4. Añadas, el tiempo de un año.
5. Afrancar, dar libertad, licencia.
6. Bajasa, mujer mala (El Diccionario de la Academia no la trae).
7. Algar, caverna o cueva.
8. Aspar, atormentar.
9. Asayar, experimentar.
10. Balar, desear ardientemente.
11. Alfana, iglesia. Voz de la germanía.
12. Aparar, preparar.
13. Amanar, poner a la mano. Ya la tienes a mano
14. Atafagar, fatigar, sofocar.
15. Adra, porción de un barrio, barriada.
16. Aya, se dice vulgarmente de las criadas de razón.
17. Almas por cuerpos, Dios me libre de la impiedad.


Texto extraído de www.ciudadseva.com 
Wikipedia ofrece un artículo muy bueno acerca de Darío. No dejés de revisarlo si deseas conocer mejor a uno de los padres del modernismo.
Si la estética del modernismo te interesa, aquí hay un breve artículo que puedes consultar. 

3 comentarios:

  1. No conocía este cuento de Darío! confieso que me costó entenderlo en una primera leída, es un poco dificil leerlo porque primerome concentré más en el juego de leerlo todo con a, después ya me fije más en la historia. Es interesante cómo se deshace de las otras cuatro vocales y en realidad, la historia no las necesita. Amar hasta fracasar es como un grito Ahhh! de no poder consumarse el amor entre Ana y Blas. Hasta sitúa la historia en La Habana para que no se pierda la vocal, podría haber sido Panama o qué se yo, lo importante es que el cuento te lleva también a una época, no lo describe te permite imaginar esos años de la colonia, a mi me dejó es impresión. Es como una novela romántica donde los dos protagonistas no pueden amarse, primera por la maldad de una villana (Marta) y luego por un hado funesto. El naufragio me parece bien logrado. Todo con A, las olas atacando aquí y allá, hundiendo el barco, y la muerte, con su canto de A... Me divertí.
    POr cierto, ¿el Espelólogo Solitario no habrá encontrado algunos poemas de Darío? No estaría de más exponerlos en este gran Algar (hasta me enseñó un nuevo sinónimo para caverna)

    ResponderEliminar
  2. Virginia Gonzálezabril 03, 2011

    Me encantaaa la forma en que el uso de una sola letra hace que el texto suene más romantico y que tenga una rima diferente y atrayente...
    Es un cuento en el que uno se adentra y se da cuenta de como una historia romantica puede tener tantos sentimientos incluidos que transmite el autor.
    El que todo este escrito con una sola letra demuestra la alta capacidad que puede tener un ser humano para utilizar y conocer tanto el lenguaje que podemos buscar sinónimos para todo que ocnengan la misma letra...

    ResponderEliminar
  3. El cuento me hizo pensar en la riqueza de nuestro idioma, lo vasto que es, lo versátil que resulta. No tenemos una o dos formas de decir algo, tenemos muchísimas formas de decirlo. ¿Qué tanto exprimimos nuestro idioma, como hispanos, como estudiantes universitarios? El problema hoy en día son cosas como el "eScriBIrrR azí"..

    El cuento sin duda no necesita de las otras cuatro vocales, describe de manera precisa y concisa tanto los sentimientos de sus protagonistas como el lugar y época en que se sitúan.

    ResponderEliminar