lunes, 4 de abril de 2011

4° Hallazgo

Su obra abarcó crítica literaria, ensayo, drama, poesía y narrativa. Uruguay dejó su marca en la literatura universal a través de su pluma. En sus letras sencillas, directas y coloquiales, Montevideo y sus habitantes, sus oficinas de trabajo, sus calles y sus hábitos quedan plasmados como si fueran ellos mismos uno de los personajes principales. Mario Benedetti (1920 -2009) se inmortalizaría en la literatura hispanoamericana con textos prolíficos que en su país revolucionaron la poesía con temas que anteriormente no eran considerados poéticos. La política, el periodismo y un exilio de doce años marcarían su vida y obra. La Tregua es una de sus novelas más recordadas.  

***

Los bomberos

Mario Benedetti


Olegario no sólo fue un as del presentimiento, sino que además siempre estuvo muy orgulloso de su poder. A veces se quedaba absorto por un instante, y luego decía: "Mañana va a llover". Y llovía. Otras veces se rascaba la nuca y anunciaba: "El martes saldrá el 57 a la cabeza". Y el martes salía el 57 a la cabeza. Entre sus amigos gozaba de una admiración sin límites.
Algunos de ellos recuerdan el más famoso de sus aciertos. Caminaban con él frente a la Universidad, cuando de pronto el aire matutino fue atravesado por el sonido y la furia de los bomberos. Olegario sonrió de modo casi imperceptible, y dijo: "Es posible que mi casa se esté quemando".
Llamaron un taxi y encargaron al chofer que siguiera de cerca a los bomberos. Éstos tomaron por Rivera, y Olegario dijo: "Es casi seguro que mi casa se esté quemando". Los amigos guardaron un respetuoso y afable silencio; tanto lo admiraban.
Los bomberos siguieron por Pereyra y la nerviosidad llegó a su colmo. Cuando doblaron por la calle en que vivía Olegario, los amigos se pusieron tiesos de expectativa. Por fin, frente mismo a la llameante casa de Olegario, el carro de bomberos se detuvo y los hombres comenzaron rápida y serenamente los preparativos de rigor. De vez en cuando, desde las ventanas de la planta alta, alguna astilla volaba por los aires.
Con toda parsimonia, Olegario bajó del taxi. Se acomodó el nudo de la corbata, y luego, con un aire de humilde vencedor, se aprestó a recibir las felicitaciones y los abrazos de sus buenos amigos.

Texto extraído de www.ciudadseva.com
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1 comentario:

  1. Este cuento me parece bastate irónico. Esa negligencia hilarante que promueve a la diversión. Piensen: entre su casa y su imagen ¿qué preferirían? Me pareceque el cuento de Benedetti es muy acertivo y conlleva la acción al lugar dónde él quiere. Sin embargo, me pregunto, ¿por qué el título de "Los bomberos"? Pero ahí entra la libertad del artista. Pienso que este texto es muy bueno, pero ingenuo, he allí el meollo de su asunto.

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